Irena Sendler nació en un pueblo llamado Ottock, a 23 kilómetros al sudeste de Varsovia. Su padre, Stanislaw Krzyzanowski, era médico y miembro del Partido Socialista Polaco. Como médico, atendía a pacientes sin recursos, la mayoría de ellos judíos. El padre de Irena falleció tras contagiarse de tifus cuando ella sólo tenía siete años. De su padre aprendió valores humanitarios y a ayudar a cualquier persona sin importar su nacionalidad o religión.