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Mortain, el contraataque alemán frustrado en Normandía

Diciembre 25, 2019
En julio de 1944 la invasión aliada de Normandía proseguía. Los alemanes no habían logrado destruir a la fuerza de invasión y el mariscal Rommel, al mando del Grupo de Ejércitos B, había resultado herido. El 17 de julio de 1944, el mariscal Von Kluge sustituyó a Rommel al frente del Grupo de Ejércitos B.

Gracias a la Operación Cobra, emprendida por los estadounidenses el 25 de julio de 1944, los aliados lograron romper el frente alemán. Ya el 1 de agosto las divisiones del 3º Ejército de Patton se abrieron camino a través de Avranches.


Hitler, obsesionado con detener a los aliados en Normandía, ordenó un contraataque. Se trataba de la Operación Lüttich. El objetivo era atacar a través del eje Mortain-Avranches para cortar el estrecho corredor por el que discurrían los suministros y las fuerzas estadounidenses.


Así pues, la idea de aislar al ejército de Patton resultaba atractiva, pero llevar a cabo una contraofensiva en Normandía no iba a ser tarea fácil. Reunir las suficientes divisiones blindadas iba a ser una tarea difícil, la aviación aliada suponía una severa amenaza y había que tener en cuenta que el terreno no era el mejor para las operaciones con carros de combate. Pero Von Kluge no estaba en una posición que le permitiese oponerse al Führer, pues recientemente había sufrido un fallido intento de atentado (20 de julio de 1944).


Para la ofensiva, Von Kluge contaba con la 1ª División Panzer de las SS, la 116ª División Panzer, la 2ª División Panzer de las SS y la 2ª División Panzer. Así, Von Kluge tuvo que apañárselas con cuatro divisiones blindadas en lugar de ocho y con los restos de otras divisiones. Por su parte, para defender Mortain, los americanos únicamente disponían de la 30ª División de Infantería del general Hobbs, que había sustituido a la 1ª División de Infantería después de que liberase Mortain.


La distribución de las fuerzas de la 30ª División en Mortain fue la siguiente: el 2º Batallón del 120º Regimiento en la colina 317, el 1º Batallón del 120º Regimiento al pie de la colina 285, que quedaba al noroeste de Mortain. Por su parte, el 3º Batallón, con el respaldo de una compañía de tanques Sherman, se hallaba en Barenton, situado al sudeste. El 117º Regimiento tomó posiciones al norte de Mortain, en Saint Barthelmy y todo el 119º Regimiento, salvo un batallón se ubicaba a 11 kilómetros al norte de Sain Barthelmy. Por su parte, el general Hobbs había instalado su cuartel general en un castillo La Bazoge, que quedaba a unos 10 kilómetros al oeste de Mortain.


En Mortain ya corrían rumores de que los alemanes pronto pasarían al ataque, incluso el espionaje aliado había anticipado una contraofensiva inminente.

Debido al mal tiempo, los aviones aliados permanecieron inmovilizados en los aeródromos y los alemanes continuaron con su progresión, rumbo al oeste. Solo la artillería de la 30ª División de Infantería pudo evitar que los alemanes tomasen las colinas.

Los primeros problemas para los alemanes llegaron cuando se aproximaron a la encrucijada de L’Abbaye Blanche. Tres puentes se hallaban en las inmediaciones, dos de los cuales llevaban a la abadía, mientras que el tercero conducía a una vaquería. A aproximadamente 6,5 kilómetros al norte se hallaba una carretera que discurría hasta Saint Barthelmy y que enlazaba con otra carretera que llevaba a la localidad de Mortain. La defensa de tan estratégica posición se le había encomendado al teniente Tom Springfield, del 823º Batallón de Tanques Destructores.


Springfield contaba con 4 cañones antitanque M5, dos de los cuales habían quedado dispuestos para proteger la granja, mientras que los dos restantes habían sido instalados para defenderse de ataques enemigos procedentes del norte. Al sur, el un pelotón antitanque de la compañía F del 120º Regimiento de Infantería había colocado dos cañones antitanque de 57 milímetros, sin olvidar que había añadido equipos con bazucas y ametralladoras.


Cuando a las cinco de la madrugada se aproximó a la posición una unidad de reconocimiento de la 2ª División Panzer de las SS, los cañones de 57 milímetros tronaron y aniquilaron a la pequeña fuerza de reconocimiento. Se trataba de una fuerza destinada a proteger la izquierda de las tropas de 2ª División Panzer de las SS que atacaban Saint Barthelmy.


Pero los alemanes insistieron en atravesar el puente de la vaquería. Una vez más, los cañones estadounidenses dieron buena cuenta de los vehículos alemanes, destruyendo un Panzer IV, un camión de municiones y tres semiorugas.

Un vehículo alemán destruido en Mortain.


Ante las pérdidas sufridas, los alemanes dejaron de insistir y se guarecieron en una granja cercana. Sabiendo la ubicación de las posiciones estadounidenses, los alemanes lanzaron un bombardeo, por los proyectiles de artillería o estallaban en la ladera o eran lanzados demasiado lejos. Después llovieron granadas de morteros sobre la posición de Springfield. Así pues, el oficial estadounidense ordenó destruir un campanario cercano, suponiendo que servía de puesto de observación a los alemanes. De este modo, los alemanes dejaron de lanzar granadas de mortero.


También la infantería alemana se lanzó al asalto a las 6 de la mañana. Una vez más, los ataques teutones fracasaron, pues los hombres de Springfield disponían de ametralladoras de los calibres 30 y 50 con los que frenar en seco cualquier asalto enemigo.


En la localidad de Saint Barthelmy, tras combatir a sangre y , los soldados del 117º Regimiento, apoyados por unidades de destructores de tanques, combatieron contra la 116ª División Panzer y contra la 1ª División Panzer de las SS. Sobre las 12:30 no les quedó más remedio que retirarse.


Tanto en las colinas 285 como 314, los hombres del 120º Regimiento continuaban deteniendo los asaltos germanos. Sin embargo, llegaron a producirse momento en los que los tanques alemanes llegaron hasta las posiciones de la artillería estadounidense y los artilleros, se vieron obligados a huir. Por fortuna, posteriormente lograrían recuperar sus preciados cañones.

La artillería estadounidense abre fuego durante la batalla de Mortain.


Por fortuna para los asediados estadounidenses, la neblina se desvaneció y en los cielos aparecieron los cazabombarderos Typhoon, que tan eficientes se habían mostrado en la destrucción de los temibles panzers. Carros de combate y semiorugas quedaron reducidos a amasijos metálicos humeantes. Sin embargo, en la posición del propio Springfield, los estadounidenses tuvieron que lamentar un muerto por fuego amigo.


El efecto de los Typhoon arrasando los blindados alemanes fue terriblemente devastador para los alemanes, que veían como su ataque se empantanaba. Mientras tanto, el general Bradley enviaba más tropas para contener la penetración alemana y la 30ª División también era reforzada. Por su parte, la artillería de la 30ª División había conseguido inmovilizar un buen número de panzers para cuando los aviones aliados aparecieron rugiendo estrepitosamente en los cielos. Desde la colina 314 y con la niebla ya disipada, los observadores proporcionaron las coordenadas necesarias a la artillería de la 30ª División.


Viendo la falta de resultados, Von Kluge ordenó detener los ataques. La contraofensiva alemana no iba a ninguna parte. Von Kluge había atacado con fuerzas insuficientes, sabedor de que no podría quebrar las líneas estadounidenses. Todo ello le costó una reprimenda por parte de Hitler, que ordenó trasladar más tanques desde el frente británico.


Los alemanes necesitaban capturar las colinas 285 y 314, así como conquistar la estratégica posición de L’ Abbaye Blanche. Con la primera luz, el 8 de agosto, los alemanes volvieron a caer sobre L’Abbaye Blanche. Los cañones antitanque de Springfield acabaron con los panzers alemanes y el propio Springfield lideró un contraataque que le permitió capturar a varios prisioneros.


Al sur de la posición de Springfield también se produjeron nuevas tentativas de asalto. En este punto, utilizando un bazuca, el soldado Robert Vollmer dio cuenta de dos carros blindados, eliminó un puesto de ametralladoras y un sidecar. Los siguientes ataques colina arriba, más allá del puente de la granja lechera, les costaron varios vehículos y tres tanques. Era evidente que L’Abbaye Blanche se había convertido en un hueso imposible de roer para los insistentes teutones.


En las colinas 285 y 314, las tropas del 120º Regimiento seguían resistiendo los ataques de los soldados de las Waffen-SS. Las compañías de infantería luchaban separadas, pero se las arreglaban para mantener a los alemanes a raya gracias al apoyo de la artillería. Las indicaciones de los observadores les permitían disparar con precisión contra los tanques enemigos, así como abrir fuego de contrabatería contra los artilleros germanos.


Un oficial de las Waffen-SS informó a los estadounidenses de la captura del coronel Hardway, que mandaba el 2º Batallón del 120º Regimiento. Así, el alemán conminó a los norteamericanos a rendirse. Todo lo que consiguió el SS fue la negativa del capitán Erichson y la malsonante respuesta del teniente Kerley.


Los siguientes ataques de los hombres de la 17ª División de Granaderos Panzer de las SS terminaron estrellándose contra las defensas estadounidenses, siendo detenidos a escasa distancia por la artillería de la 30ª División. Por un momento, pareció que la posición norteamericana iba a caer.


Los defensores de la colina 314 estaban exhaustos y los intentos de enviar una columna de socorro fracasaron. El 10 de agosto se lanzaron suministros en paracaídas, pero buena parte cayeron en territorio controlado por los alemanes. Se dispararon algunos proyectiles de humo llenos de material médico que sí llegaron a manos de los defensores estadounidenses.


El 11 de agosto de 1944, los alemanes, acosados por el fuego de artillería que dirigían los observadores, se desplazaron rumbo al este y al día siguiente, los defensores fueron relevados. De alrededor de 700 hombres que habían peleado por conservar la colina 314, más de 300 habían perdido la vida. Por mantener la colina 314, el 2º Batallón del 120º Regimiento fue galardonado con una mención presidencial.


Poco después del episodio de Mortain, las fuerzas alemanas en Normandía se desmoronaron, con los estadounidenses amenazando el flanco izquierdo y los británicos y canadienses atacando por el flanco derecho. En la bolsa de Falaise habían quedado el 7º Ejército y el 5º Ejército Panzer. Ahora bien, un buen número de alemanes lograron escapar del intento de cerco.


Por su parte, Von Kluge, que terminó quedando implicado en el complot contra Hitler del 20 de julio de 1944, se vio abocado al suicidio.

Tropas estadounidenses entre vehículos destruidos en Mortain.

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