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Operación Corkscrew: la invasión de la isla de Pantelaria

Enero 13, 2020
Eran numerosas las operaciones previas a la invasión de Sicilia en julio de 1943. Los aliados, incluso arrojaron al mar el cadáver de un falso oficial británico con documentos igualmente falsos, todo con tal de engañar a los alemanes, provocando que desviasen tropas hacia otras islas. Se trataba de la Operación Mincemeat. Pero, más allá de aquellos ardides, el paso previo a la invasión de Sicilia consistía en la conquista de las islas de Pantelaria y Lampedusa.


Antes de la invasión de Pantelaria y Lampedusa, el primer ministro británico Churchill había acordado una apuesta con el general Eisenhower. Así, el premier británico había ofrecido 5 céntimos por cada prisionero siempre y cuando la cifra total de prisioneros capturados fuese superior a los 3.000 hombres.


Como parte de la Operación Corkscrew se había planificado la toma de Pantelaria y Lampedusa. Precisamente, esta última isla disponía de un campo de aviación con los hangares bien protegidos, pues estaban protegidos por cemento al tiempo que habían sido horadados en la roca.


El pueblo italiano creía que la isla de Pantelaria era un auténtico baluarte. Nada más lejos de la realidad, pues, aunque las instalaciones de la aviación eran buenas, no se había logrado erigir a tiempo los emplazamientos para los cañones de costa. Al mando de una guarnición de 11.000 soldados se encontraba el almirante Pavesi, con unos 109 cañones de muy diversos calibres. En cuanto al terreno, un desembarco en Pantelaria se antojaba complicado. Solo era posible desembarcar tropas por la bocana del puerto, situada al este de la isla. Por tanto, los aliados decidieron someter aquella zona a un devastador bombardeo ininterrumpido.


Entre los meses de mayo y junio, tanto la aviación como la marina de guerra aliada, batieron Pantelaria con furia. De los cielos llovían las bombas y de los mares llegaban los proyectiles navales. Incluso el general Eisenhower y el almirante Cunningham contemplaron las operaciones de bombardero desde el crucero Dawn.


Con las tropas terrestres embarcadas y partiendo el 10 de junio desde las localidades tunecinas de Sussa y Sfax, unas 1.500 toneladas de bombas fueron lanzadas sobre Pantelaria.


Llegado el día del desembarco, a las 11 de la mañana, la armada aliada disparó contra Pantelaria. Unos treinta minutos después, las tropas terrestres aliadas ponían pie en la isla, justo después de que los defensores italianos mostrasen la bandera blanca en señal de rendición en la Colina del Semáforo.


No mucho después, Lampedusa seguiría el ejemplo de Pantelaria, rindiéndose a los aliados entre el 12 y el 13 de junio con un total de 4.000 defensores. Igualmente ocurriría con la pequeña isla de Linosa, que también terminó por capitular.


Con la captura de estas islas, los aliados por fin disponían de las tan necesarias plataformas de apoyo aéreos y navales para proceder a la invasión de Sicilia en julio de 1943.


Y en cuanto a la apuesta de Churchill, los aliados habían capturado a unos 11.000 hombres. Así pues, el primer ministro afirmó que a ese coste (5 céntimos por cada soldado apresado siempre que se hicieran más de 3.000 prisioneros) no tendría problema alguno en pagar por todos los prisioneros capturados.

Tropas británicas durante la invasión de Pantelaria.

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