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Long Tan, la epopeya australiana en la guerra de Vietnam

Enero 17, 2021
Tradicionalmente, la guerra de Vietnam ha sido vista como un enfrentamiento exclusivo entre norvietnamitas, estadounidenses y sudvietnamitas. Sin embargo, otras naciones como Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur y Filipinas se unieron a la coalición encabezada por Estados Unidos.

En abril de 1964, el presidente norteamericano Johnson instó a que “más banderas” se sumasen para combatir al conflicto en Vietnam. Sin embargo, antes de aquel llamamiento, los australianos ya habían enviado en 1962 un equipo de entrenamiento para asesorar e instruir a los sudvietnamitas. En 1964, el contingente se amplió hasta 80 hombres, llegando a cooperar con las fuerzas especiales de Estados Unidos.

Australia adquirió un papel más relevante con la llegada a Vietnam del 1ºBatallón del Real Regimiento Australiano en abril de 1965. Así, los australianos se unieron a la 173ª Brigada Aerotransportada estadounidense. Posteriormente, contarían con el respaldo de una batería de cañones de 105 milímetros aportada por los neozelandeses, mientras que también se les dotaría de blindados M-113.

Ahora bien, los australianos no querían ser vistos como fuerzas auxiliares del ejército estadounidense. Por ello, exigieron su propia zona de operaciones en Vietnam del Sur. Así pues, la 1ª Fuerza Táctica Australiana terminaría operando en Phoc Tuy.

A diferencia de otras zonas de Vietnam, no era una zona de densas junglas, sino que alternaba colinas, arbustos y antiguas plantaciones de caucho dejadas por los franceses. Ante ellos, los australianos tenían la 5ª División del Vietcong, oculta en las colinas May Tao, mientras que el batallón D445 se encargaba de los pequeños poblados. Por tanto, el brigadier Jackson, con sus fuerzas ubicadas en la base de Nui Dat, apostó por una intensa actividad de sus patrullas, que contarían con respaldo artillero.

Tropas del Batallón D445 (Vietcong).

 

Sucesivamente, llegarían fuerzas australianas a la zona. El 5º Regimiento Real de Australia se sumó el 24 de mayo y el 6º Regimiento Real de Australia arribó tres semanas después. Todo ello permitió a los estadounidenses retirar su 173ª Brigada Aerotransportada.

Rápidamente, los australianos se pusieron manos a la obra, efectuando misiones de patrulla. Las fuerzas especiales del SAS de Australia se adentraron en Phoc Tuy, mientras que los infantes australianos registraron los poblados de Long Tan y Long Phuoc.

En esa época los australianos se enfrentaron a deficiencias en su inteligencia militar, escasez de suministros e insuficientes helicópteros. De hecho, llegaron a temer que el Vietcong lanzase una ofensiva contra su base de Nui Dat. Precisamente, cuando el 17 de agosto de 1966, el Vietcong lanzó granadas de mortero sobre la base australiana, los hombres de la 1ª Fuerza Táctica, actuaron de manera errática.

El brigadier Jackson era consciente del reducido tamaño de su contingente, por lo que no disponía de muchas unidades para salir a la búsqueda del Vietcong. La compañía B del 6º Regimiento Real de Australia no localizó a las fuerzas comunistas el 17 de agosto y el 18 de agosto, con el regreso de la compañía B, partió la compañía D del 6º Regimiento.

Comandados por el mayor Harry Smith, los hombres de la compañía salieron de su base de Nui Dat a las 11 horas del 18 de agosto de 1966. Los tres pelotones que integraban la compañía de Smith, con 108 soldados, no sabían que se iban a enfrentar a grandes fuerzas del Vietcong.

La compañía D alcanzó una plantación de caucho, donde se encontró con la compañía B y se toparon con pozos de mortero abandonados. Después, Smith decidió seguir marchando hacia el este, hasta que el pequeño sendero por el que se abrían camino, se bifurcaba. Así, el pelotón 10 tomando el camino en dirección norte, mientras que el pelotón 11 avanzó hacia el este. Tras el pelotón 11 marchaban el pelotón 12 y el grupo de mando de la compañía D.

Seis soldados del Vietcong fueron descubiertos por el Pelotón 11. Tras abrir fuego, los australianos salieron en su persecución, quedando una cabaña a sus espaldas y marchando hacia un claro. El pelotón 11 cayó bajo un intenso fuego, muriendo al instante dos australianos. Acosados, los hombres del pelotón 11, fueron sometidos a un durísimo asedio por el Vietcong.

Mientras esto sucedía, el pelotón 12 y el grupo de mando fueron inmovilizados por una lluvia de granadas de mortero. El pelotón 11 logró mantener el aplomo bajo el fuego y pudo contener los ataques del Vietcong solicitando apoyo de los cañones neozelandeses de 105 milímetros. Por su parte, el mayor Smith emitió la orden a sus pelotones no asediados de regresar junto al grupo de mando.

Para el pelotón 11 la situación era desesperada, las bajas se acumulaban y su líder, el teniente Gordon Sharp, había caído en combate. El sargento Bob Buick asumió el mando, teniendo la difícil misión de resistir un cerco implacable hasta ser rescatados por los blindados M-113.

Sobre las 18 horas, los helicópteros reaprovisionaron a la compañía D. La infantería australiana marcó sus posiciones con humo y las cajas fueron lanzadas desde los helicópteros Huey. Las municiones fueron proporcionadas en el momento adecuado, pues permitieron detener un nuevo ataque del Vietcong.

Los hombres del pelotón 11, liderados por el sargento Buick, lograron identificar la posición del grueso de la fuerza australiana y corrieron hacia ellos. En aquel momento, la presión del Vietcong amainaba sobre el pelotón 11.

El Vietcong seguía insistiendo, buscando una victoria a toda costa, por lo que incluso recurrieron al batallón D445. Sin embargo, el Vietcong se quedó atrapado entre los infantes de la compañía D y los blindados M-113, que arrollaron a los comunistas en una imparable carga. Los supervivientes de la compañía D, jubilosos por sobrevivir, tras haber soportado las insistentes oleadas del Vietcong, recibieron entre vítores a la fuerza blindada.

La compañía B del 6º Regimiento Real de Australia se aproximó al escenario de la batalla. La llegada de la compañía pareció amedrentar al Vietcong y la virulencia del fuego decayó. Los australianos buscaron a sus supervivientes, muertos y heridos y se retiraron hasta un claro, desde donde podrían extraerlos gracias a sus helicópteros.

A la mañana siguiente, los australianos dieron con dos de sus heridos. También hallaron los cadáveres de los hombres del pelotón 11 que no lo habían conseguido.

La batalla de Long Tan se había saldado con 245 vietcongs muertos frente a 17 australianos caídos. Ambos bandos decían ser vencedores de la batalla. Sin embargo, el Vietcong ya no podía operar a sus anchas en Phuoc Tuy y su 5ª División no tuvo más remedio que ocultarse en las colinas May Tao. Si bien es cierto que el Vietcong ya no tenía la iniciativa en la zona, sí continuaron los enfrentamientos de patrullas.

La actuación de los australianos en la batalla de Long Tan gozó de un gran reconocimiento tanto en Australia como en Estados Unidos. De hecho, el propio Vietcong vio en los australianos combatientes verdaderamente temibles. Ahora bien, con la retirada de las tropas australianas de la región en 1971, el ejército sudvietnamita fue incapaz de mantener a raya al Vietcong, que logró volver a los pequeños poblados.

Soldados australianos ante la Cruz de Long Tan, erigida en honor de sus hermanos de armas caídos en combate.

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