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Día D: los paracaidistas británicos asaltan la batería de Merville

Durante el desembarco de Normandía, las divisiones aerotransportadas debían proteger los flancos de la invasión, evitando la llegada de refuerzos a las playas, así como también tenían por misión la eliminación de diversas piezas de artillería.

Una de las acciones más destacadas del día-D tuvo lugar en Merville, donde golpeó el 9º Batallón de la 3ª Brigada Paracaidista de la 6ª División Aerotransportada. El batallón, comandado por el teniente coronel Otway, disponía de 35 oficiales y 750 hombres. Se trataba de una unidad bien entrenada, equipada con torpedos Bangalore para destruir las alambradas, jeeps, explosivos y piezas anticarro.

Estos hombres se habían entrenado concienzudamente para su ataque, realizando ensayos en West Woodbury, Gran Bretaña. Sus hombres se lanzarían en paracaídas y planeadores, limpiarían los campos de minas y atacarían la batería de artillería alemana situada en Merville. Para su misión dispondrían de la ayuda de 60 soldados del 591º Escuadrón de Zapadores Paracaidistas.

Los paracaidistas británicos se preparan para saltar en la noche del Día D.

 

Poco antes del ataque, los bombarderos Lancaster de la Royal Air Force, golpearían la batería de Merville arrojando unas 635 toneladas de bombas.

A las 23:20 horas del 5 de junio de 1944, los aviones C-47 despegaron de los aeródromos de Broadwelll y Down Ampney. Sobre las 02:30 horas hacían lo propio los aviones que remolcaban a los planeadores desde el campo de aviación de Brize Norton.

Sin embargo, la confusión y el caos de la noche echaron por tierra los planes británicos. El fuego antiaéreo dispersó a la armada aérea y varios pilotos confundieron los ríos Orne y Dives, tomando tierra la mitad del batallón, demasiado al sur y al este de las zonas designadas.

A las 02:50 horas del día-D, el coronel Otway solo disponía de 150 hombres para lanzar el asalto a Merville. De hecho, solo disponían de una ametralladora. Pese a todo, se reunieron en Gonneville y aguardaron el bombardeo de la Royal Air Force. Desafortunadamente, el bombardeo fue muy poco preciso, las bombas cayeron fuera de los objetivos e impactaron en Gonneville.

Merville, un enclave duramente bombardeado.

 

Sin embargo, los paracaidistas de Otway prosiguieron con la misión, abriendo pasillos entre los campos minados próximos a la batería. Siguiendo adelante, los hombres de Otway, pese a ser una reducida fuerza, asaltaron exitosamente la posición alemana.

Tres planeadores debían reforzar a los paracaidistas, pero uno de ellos regresó a Gran Bretaña al rompérsele el cable de remolque. Un segundo planeador tomó tierra lejos de la zona, pues creyó que las llamas provocadas por el bombardeo aéreo eran el resultado de un exitoso ataque de la Royal Air Force. El tercer planeador recibió fuego antiaéreo y, tras estrellarse, sus hombres fueron atacados por los alemanes. Gracias a ello, los alemanes se distrajeron y los soldados de Otway destruyeron las alambradas y atacaron la posición alemana desde atrás.

En 30 minutos, los británicos sufrieron 30 heridos y 65 muertos, capturando a 22 alemanes. Mientras tanto, en los bien camuflados búnkeres, los alemanes supervivientes permanecían escondidos.

Con la posición capturada, Otway se percató de que las fortificaciones alemanas no albergaban cañones de 150 milímetros, sino que ocultaban viejos cañones Skoda de 100 milímetros. Tras destruir los cañones, los paracaidistas transmitieron la señal de éxito, por lo que el buque HMS Arethusa no tuvo que abrir fuego sobre Merville.

Los alemanes aún no habían dicho la última palabra. Los soldados germanos que quedaban en pie, emergieron para recuperar la posición. Gracias a un segundo ataque del comando Nº3 combinado con el cañoneo naval del HMS Arethusa se logró conquistar definitivamente la batería de Merville.

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