Secretos militares, una operación especial arriesgada plagada de acción y los sentimientos personales de sus protagonistas serán los elementos que conformen la trama de mi obra Ataque Nocturno.
En medio de la Operación Biting, una incursión de reducido tamaño que tuvo importantísimas consecuencias en el devenir de la Segunda Guerra Mundial, el lector acompañará al sargento McKnight y al cabo Wallace, dos paracaidistas pendencieros que deben proteger al sargento de vuelo Campbell, un padre de familia y un especialista imprescindible para el éxito de la misión.
No he estado solo en este apasionante proyecto. Como viene siendo habitual, las imágenes de cubierta son obra del fotógrafo, escritor y cineasta Laureano Clavero, quien ha aceptado el reto que le he planteado y ha respondido de manera sobresaliente.
Una operación especial poco conocida, una uniformidad difícil de encontrar y el reloj corriendo en contra nuestra. Sin embargo, Laureano ha respondido con creces. Fiel al estilo de míticos largometrajes en blanco y negro como Senderos de Gloria o El día más largo, ha conseguido recrear el escenario de una zona de lanzamiento de un pequeño pero capital acontecimiento bélico de la Segunda Guerra Mundial.
Sería injusto no mencionar al gran Sergio García, de SG Audiovisuales, otro genio de la imagen y un inseparable compañero de mi amigo y socio Laureano Clavero. Con semejante tándem, el resultado no podía ser mejor. Gracias a ambos por su dedicación y buen hacer. Han elegido un magnífico escenario y se han volcado en cuerpo y alma en las imágenes de cubierta de mi novela Ataque Nocturno.
Sin duda, las imágenes de las portadas de Laureano Clavero, encajan a la perfección con el espíritu de mis novelas bélicas. Asimismo, aprovecho para darle las gracias al los recreadores históricos David Salvat, Salvador Salvat y Eloi Macho, miembros de la asociación British Corps. Gracias a estos tres magníficos recreadores ha sido posible realizar las imágenes de cubierta.
Tampoco puedo olvidarme del Ayuntamiento de Cunit, sin cuya colaboración, este proyecto no hubiera sido posible. Muchas gracias al consistorio por su respaldo y por su apoyo a la novela histórica y a la difusión de la cultura.
La cartografía también ayudará al lector a seguir el desarrollo de esta operación especial. En esta ocasión, el diseñador gráfico Roberto Hernández de Panzer Cover Design, ha elaborado un magnífico mapa. Mis felicitaciones a Roberto Hernández por su trabajo. Aprovecho la ocasión para recomendar a Roberto Hernández como profesional, pues su trabajo es sinónimo de integridad y calidad.
Sin embargo, sería injusto presentar esta novela y no hacer mención al teniente coronel e historiador británico Séan F. Scullion. Su prólogo es una magnífica introducción histórica a lo que fue la Operación Biting al tiempo que supone un apoyo de mucho prestigio para mi trabajo. Desde aquí, mi más sincero agradecimiento a Séan Scullion, que está desarrollando un magnífico trabajo investigando el papel de los españoles en el ejército británico en la Segunda Guerra Mundial.
Próximamente podréis conseguir vuestro ejemplar en librerías, en Amazon y en libros.cc. La obra estará disponible tanto en formato físico como en epub.
A continuación, os dejo la sinopsis del libro. La cuenta atrás ha comenzado, rugen los motores de los aviones y los paracaidistas se aproximan a territorio enemigo. La noche es traicionera, el enemigo está sobre aviso, la artillería antiaérea comienza a disparar y, en el interior de los aviones, los paracaidistas, con el corazón en un puño, esperan la orden de saltar.
SINOPSIS
El mundo está al borde del abismo. Europa está en manos de los nazis y los aliados no dejan de sufrir derrotas. Sin embargo, en febrero de 1942, un pequeño grupo de paracaidistas británicos está a punto de encender la llama de la esperanza.
El sargento McKnight y el cabo Wallace se han embarcado en una operación de alto riesgo: deben robar la tecnología de radar alemana en una instalación enemiga situada en Bruneval, Francia.
El peso que recae sobre los hombros de ambos soldados se hace mayor cuando descubren que deben proteger a un viejo amigo. Se trata del sargento Campbell, un padre de familia y un técnico de radar vital para el éxito de la misión. Su única opción es lanzarse al peligro.