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David

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La Primera Guerra Mundial se asocia con un conflicto marcado por sangrientos enfrentamientos en las trincheras. Inmediatamente, el conflicto se asocia con escenarios como Verdún, El Somme o Passchendaele. Sin embargo, lejos de Europa, el gran reñidero de la contienda, en el Pacífico, se libraron enfrentamientos de menor envergadura, pero no por ello irrelevantes. Y es que, el historiador Rubén Villamor, tras un minucioso trabajo de documentación, ha llevado a cabo un magnífico ensayo en su obra “La Primera Guerra Mundial en el Pacífico”.
Con Europa en manos de los nazis, una de las pocas alternativas que les quedaban a los aliados eran los bombardeos aéreos. Sin embargo, a finales de 1940, el número de bombarderos derribados por los alemanes aumentó de manera preocupante. Era evidente que los alemanes disponían de una tecnología que les permitía detectar a los aviones británicos.
La derrota militar de Francia en 1940 dejó sola a Gran Bretaña. Tal era el poderío militar alemán en Europa que los británicos, por sí solos, no podían derrotar al Tercer Reich en el viejo continente. Así pues, para desafiar a las poderosas fuerzas alemanas se llevaron a cabo campañas de ataques aéreos, incursiones con comandos y se creó la SOE (Special Operations Executive).
Martes, 05 Febrero 2019 16:03

Operation Agreement, disaster at Tobruk

It was september 1942. Allied forces were preparing an offensive at El Alamein and British Sepecial Forces created a plan for destroying Rommel’s fuel reserves. The raid was called Operation Agreement. 
Tras la victoria del Octavo Ejército británico en El Alamein, cambió el curso de la guerra en el Mediterráneo. A continuación, los aliados desembarcaron en Marruecos y Argelia para terminar acorralando a las tropas del Eje en Túnez. Con la derrota de alemanes e italianos en Túnez en mayo de 1943, el siguiente paso era la invasión de Sicilia.
Mussolini, como parte de sus pretensiones, deseaba conquistar Egipto. Así pues, en septiembre de 1940, su ejército penetró en territorio egipcio. Sin embargo, las tropas británicas contraatacaron, causando cuantiosas pérdidas a los italianos e internándose en Libia. Ante las sucesivas derrotas de Mussolini en África, sus aliados alemanes optaron por enviar al general Erwin Rommel, al frente del Deustches Afrika Korps.
Se trata sin duda uno de los hombres más inteligentes del Tercer Reich y el tecnócrata del régimen nazi. Albert Speer, el que fuese el arquitecto de Hitler, fue el responsable de que la industria armamentística alemana permaneciese operativa prácticamente hasta el final de la guerra.
Corría el año 1942 y la guerra continuaba en el norte de África. El mayor general Neil Ritchie, al frente del 8º Ejército británico, era consciente de que Rommel preparaba una ofensiva para conquistar la estratégica ciudad de Tobruk. Así pues, Ritchie adoptó una estrategia defensiva.
La batalla de Leyte es considerada el mayor enfrentamiento naval de la Historia. La Armada Imperial, tratando de dar un vuelco a la situación militar en el Pacífico empleó su última gran flota para atacar a los buques estadounidenses que brindaban apoyo a la invasión de las Filipinas. Una obra que narra magistralmente esta importante batalla es “Mar de tormenta”, escrita por el historiador Evan Thomas.
En el verano de 1942, los japoneses tenían bajo su dominio numerosas islas del Pacífico, así como vastos territorios en el sudeste asiático. Pese a la derrota sufrida en la batalla de Midway, el Imperio del Sol Naciente se cernía amenazante sobre Australia. En Guadalcanal, en las Islas Salomón, los nipones estaban construyendo un aeródromo, lo hacía de la remota isla un lugar estratégico.