En enero de 1944, el frente italiano se había convertido en un sangriento punto muerto. Los aliados estaban atascados en Montecassino y los alemanes resistían firmemente asentados en sus posiciones defensivas. Para poner fin al estancamiento, el primer ministro británico propuso desembarcar tras las líneas alemanas, en Anzio, una localidad situada a unos 50 kilómetros al sur de Roma.
Las fuerzas aerotransportadas fueron protagonistas de notables hazañas bélicas en la Segunda Guerra Mundial: Creta, Eben Emael, Arnhem o Bastogne son algunos ejemplos. Estos soldados estaban entrenados para luchar en solitario y equipados únicamente con armamento ligero. Los aerotransportados eran sometidos a un intenso entrenamiento y eran muchos los que no superaban la instrucción. Estas tropas se hallaban entre la élite de los ejércitos de la Segunda Guerra Mundial. Hoy voy a hablaros del papel de los paracaidistas canadienses.
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