Con la caída de Francia y la firma del armisticio en Compiègne el 22 de junio de 1940, era imperativo que los alemanes controlasen la red de comunicaciones francesa. Por ello, la compañía ferroviaria de Francia, la SNFC, quedó bajo control germano. Sin embargo, los alemanes no sabían el quebradero de cabeza que les iban a suponer los ferroviarios franceses.