Las tropas británicas tuvieron un nada desdeñable papel en la Segunda Guerra Mundial. Cuando las tropas alemanas conquistaron Europa, solo los británicos resistían a los ejércitos de Hitler. Gran Bretaña era el último baluarte de la democracia frente al nazismo. Su férrea determinación a resistir al Tercer Reich permitió ganar el tiempo necesario y una vez la Unión Soviética y Estados Unidos entraron en el conflicto, continuaron aportando un importante número de tropas en la derrota de la Alemania nazi.Encarnando a los soldados británicos que resistieron a las fuerzas alemanas de manera tan tenaz podemos encontrar a los chicos de la Asociación de de Recreación Histórica 6th Battalion Durham Light Infantry. Para mostrarnos la vida del soldado británico, esta asociación va más allá de la simple uniformidad y reproduce el ambiente que rodeaba a las tropas británicas en la Segunda Guerra Mundial. Vamos a conocer la filosofía de “Los Durhams”.

El colapso de Francia y la retirada británica de Dunkerque fueron amargos varapalos para los británicos. 1940 se presentaba como un año aterrador para el mundo. Europa caía rápidamente ante el imparable avance de las huestes de Hitler. La guerra relámpago, con sus ataques combinados de artillería, infantería, blindados y aviación cosechaba excelentes resultados para el Ejército alemán. Gran Bretaña se había quedado sola en la lucha contra el nazismo. Los británicos debían demostrar que no iban a limitarse un papel pasivo en la lucha contra Alemania, por lo que surgió la idea de crear un cuerpo especial: los comandos.