1-¿Cómo decidiste dar el paso de la arqueología a la docencia?
En mi familia la docencia ha estado muy presente, pues mis padres se dedican a ello. Sin embargo, cuando decidí estudiar historia nunca imaginé que terminaría siendo profesora ya que lo que realmente me gustaba era ”desenterrar la historia” pero desde el primer día que entré en el aula para realizar las prácticas de un máster supe que esas debían ser las riendas de mi destino. Y todo fue posible gracias a la oportunidad que me brindaron en este colegio.
2-Frente a las clases tradicionales, con un sistema de aprendizaje basado en la transmisión, ¿qué alternativas propones? ¿Cómo podemos despertar el interés por la Historia entre los más jóvenes?
En mi caso me gusta innovar continuamente a través de elementos o técnicas nuevas. El alumnado necesita una motivación constante y que se le sorprenda continuamente. Por ello es importante que los profesores utilicemos todos los recursos que están a nuestro alcance. Sean soportes tecnológicos o sean museos, centros de interpretación o el propio patrimonio. En muchos casos debemos afrontar cada nuevo tema con un plan muy claro que ayude a los alumnos a plasmar determinados conocimientos.
No podemos pensar que el libro de texto, una pizarra y la pantalla del ordenador sean las únicas ventanas a la historia. Si solamente nos limitamos a un modelo clásico el alumno no vera la historia como algo atractivo si no como algo monótono con muchas fechas y nombres que aprenderse.
Una de las grandes herramientas que está al alcance de nuestra mano son los grupos de recreación y reconstrucción histórica.
3-¿Crees que es bueno que los estudiantes profundicen en periodos históricos como la Primera y la Segunda Guerra Mundial? ¿Por qué?
Creo que es bueno que los alumnos profundicen en todos los periodos. En el caso de la dos guerras mundiales es muy importante hacerlo para así poder entender la configuración actual del mundo y muchos conflictos que hoy en día seguimos padeciendo debido a decisiones y acontecimientos que ocurrieron durante el trascurso de las mismas. Ejemplos claros son el conflicto palestino-israelí, la situación que se ha vivido durante mucho tiempo en los Balcanes,la independencia de Irlanda o la hegemonía de Estados Unidos a partir de la Segunda Guerra Mundial.
Aunque en muchos casos pueda parecernos algo lejano ya que el suelo español no se vio afectado por las mismas, es muy cierto que para todo el resto de Europa fueron acontecimientos que han marcado y que están muy presentes en sus poblaciones y en la memoria. Cuando viajamos a Francia, Reino Unido o Alemania no podemos dejar de ver placas, memoriales, estatuas y otros elementos que recuerdan aquellos terribles años en los que el mundo se vio sumido en una gran catástrofe.
Quizás estudiar estos acontecimientos recientes nos ayuden a intentar evitar en un futuro algo parecido. Aunque ya sabemos que el hombre es capaz de tropezar varias veces en la misma piedra, los niños que hoy estamos educando serán los futuros dirigentes y puede que mañana tengan que tomar decisiones que recordando estos dos conflictos se podrían evitar.
4-¿Cómo pueden ayudar los recreadores a divulgar la historia en las aulas? Cuéntanos cómo fue la experiencia de explicar la Primera Guerra Mundial con la ayuda de recreadores históricos.
En mi caso tengo la gran suerte de contar como apoyo en la programación escolar del Grupo de Recreación Histórica “Multiépoca” del Certamen Internacional de Novela Histórica. Lo cual produce que cada año nos visiten dos o tres veces en la asignatura de historia.
Desde hace tres años he contado con ellos para explicar desde El ejército romano en época republicana, pasando por el mundo de los gladiadores, los Tercios del Siglo XVI o la Primera y la Segunda Guerra Mundial.
Hace un par de semanas nos visitaron para explicar a los alumnos no la Primera Guerra Mundial y las batallas importantes del conflicto sino que en este caso mostraron la guerra desde el bando británico y como la vivió la población desde los momentos antes de que empezará el conflicto hasta que terminó. Fue un soldado británico el que les explico cuáles eran las motivaciones que le llevaron a alistarse, lo que esperaba encontrar en el conflicto, lo que se encontró, como lo vivió, sufrió, lo que vio durante la guerra y como se vivió en las trincheras.
Un relato en primera persona que captó la atención de los niños durante una hora y media. Durante ese tiempo pudieron manejar objetos como el periódico del día que Inglaterra declaró la guerra a Alemania. Material original del conflicto como máscaras de gas, bayonetas, uniformes y cascos que pudieron tocar y ver sintiendo en este caso el peso de la historia.
Esta hora y media de charla, contacto y vivencias consiguió trasmitir a la clase un conflicto visto desde la parte humana y no desde fechas, nombres y palabras en negrita. Los días siguientes los alumnos se interesaron mucho más por la materia y siguieron comentando diferentes aspectos de la charla. Por lo tanto, el objetivo se había conseguido.
5-¿Qué les dirías a aquellos chicos que piensan que la Historia es aburrida?
La historia no es aburrida. Puede ser aburrida la forma de contarla o de intentar hacerla entender. En la mano de los docentes está el romper ese estereotipo y que nuestros alumnos una vez salgan de clase o dejen el instituto quieran saber más y convertirse en amantes de la historia , por ende serán personas que conocerán mejor su mundo y a ellos mismos.