La batalla de Leningrado fue uno de los asedios más salvajes de la Segunda Guerra Mundial. En septiembre de 1941, el ejército alemán llegó a las puertas de la ciudad. Era el comienzo de un cerco que duró casi 900 días. La población civil no fue evacuada y la ciudad quedó aislada. Las reservas de alimentos disminuyeron rápidamente y el hambre no tardó en extenderse por la ciudad, dando lugar a episodios de canibalismo.