Con la derrota de España en la guerra de 1898, las Filipinas terminaron cayendo en manos estadounidenses. La pequeña isla filipina de Corregidor resultaba ser un enclave estratégico, pues guardaba la entrada a la bahía de Manila y su dominio era necesario para quien desease hacer uso de la base naval de Cavite. De ahí que durante la Segunda Guerra Mundial se produjesen duros combates por el control de Corregidor. Con el regreso de MacArthur a las Filipinas, era imperativo que los estadounidenses reconquistasen Corregidor.