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Dieppe: los hombres del comando Nº3 en la playa Amarilla

Como parte de los ataques a los flancos en el desembarco de Dieppe, se había ordenado que los comandos atacasen el flanco oriental para dejar fuera de combate la batería Goebbels, equipada con cañones de 152 milímetros en Berneval. Esta era la misión del comando Nº3 de Dunford-Slatter y de un puñado de rangers que les acompañaban.

Hacia las 03:47 del 19 de agosto de 1942, mientras los comandos y un puñado de rangers norteamericanos navegaban hacia las costas de Berneval una bengala iluminó el cielo. Los británicos habían quedado expuestos y los destructores encargados de protegerlos no estaban allí. Se habían topado con un convoy alemán que, rápidamente, abrió fuego. Las lanchas británicas se dispersaron y no todas lograron salvarse. La SGB5 cargó contra el muro de fuego alemán, pero fue una tentativa completamente inútil y quedó fuera de combate. Algunas de las lanchas, de menor tamaño que la SGB5, también resultaron dañadas y no pudieron transportar a los comandos y rangers a la playa.

Sin embargo, la LCP15, que marchaba con el mítico oficial de comandos Peter Young a bordo, logró pasar sin ser descubierta, avanzando directamente hacia la playa amarilla.

Desgraciadamente las lanchas se habían dispersado y el ataque a Berneval corría un grave peligro. La fuerza de ataque se había debilitado sin llegar a tierra, pues cuatro lanchas tuvieron que volver a Gran Bretaña y el capitán Murray abandonó la SGB5 para subir a una lancha de desembarco y regresar al puerto de Newhaven.

Cinco lanchas de desembarco y la ML346, transportaban 96 comandos y 6 rangers bajo el mando del capitán Willis. En su travesía hacia la playa Yellow 1, fueron detectadas por los alemanes. La ML346 respondió al fuego que recibía desde tierra y desde un petrolero. Mientras tanto, en las embarcaciones, los comandos, bajo una vorágine de fuego, empezaban a morir.

A duras penas, los comandos llegaron a tierra, recibiendo fuego de ametralladora mientras atravesaban la playa de guijarros y llegaron a lo alto de los acantilados. El propio capitán Willis murió mientras pugnaba por alcanzar la batería. Los comandos no lograron avanzar mucho en sus tentativas por alcanzar la batería Goebbels. Los británicos intentaron replegarse, pero, para su desgracia, tres lanchas yacían embarrancadas entre las rocas y las barras de hierro. Acorralados en el barranco, 82 hombres terminaron siendo capturados en Yellow 1, mientras que solo un hombre logró escapar a nado hasta ser rescatado por una lancha de desembarco.

Precisamente entre el grupo que desembarcó en Yellow 1 se encontraba el ranger Edwin Loustalout, que fue el primer soldado estadounidense en morir en Europa.

Pese al fracaso de Yellow 1, las cosas les iban a ir mucho mejor a los hombres de Yellow 2. Y es que, Peter Young era un oficial que se desenvolvía con maestría en el combate. Al llegar a tierra, los hombres de Young (eran unos 20 nada más) se toparon con alambradas y acantilados, pero no disponían de torpedos Bangalore para volarlos. A pesar de hacerse varios cortes, lograron escalar la pared y coronar los acantilados.

En su camino se toparon con un muchacho francés que les ofreció su ayuda, pero Young la declinó y los comandos procedieron a cortar los cables telefónicos que comunicaban Berneval con Dieppe. Mientras avanzaban, salieron a recibirles entusiastas civiles franceses.

En la salida de norte de Berneval los alemanes recibieron a los comandos con fuego de ametralladora. Young quiso utilizar el campanario de la iglesia para acabar con los alemanes uno a uno, pero no encontró las escaleras que daban acceso al mismo.

Así pues, Young y sus hombres comenzaron a disparar y a desplazarse, desencadenándose un furioso tiroteo. Los hombres de Young no habían logrado destruir los cañones, pero los alemanes habían apartado su atención del mar, lo que mantenía a la flota aliada a salvo. Sobre las cabezas de los comandos pasaban los proyectiles de artillería, zumbando de manera atronadora, pero con escasa precisión, pues los alemanes no habían conseguido bajar lo suficiente el ángulo de tiro.

Solo cuando Young se percató de que las municiones se estaban agotando, ordenó la retirada. 20 hombres habían mantenido ocupados a una fuerza muy superior y habían evitado que la artillería alemana abriese fuego sobre los buques británicos. El propio Hughes-Hallett, al mando de las fuerzas navales en la Operación Jubilee, dijo que era el hecho de armas mejor resuelto en el ataque a Dieppe.

Peter Young, un audaz oficial de los comandos británicos que sirvió con distinción en numerosos campos de batalla de la Segunda Guerra Mundial.

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