El taladro de un albañil se topó con una impenetrable superficie. Bajo el suelo se hallaba una lápida en la que eran visibles dos nombres. Se trataba de Richard Schmidt y de su hermana Clara Probst. Era evidente que aquella casa guardaba un misterio y que había una poderosa y enigmática razón por la que se había ocultado aquella lápida.
El propietario había comprado la vivienda a tres alemanes de avanzada edad, mientras que el nombre de Richard Schmidt guardaba tras sí una inquietante historia. Y es que, Schmidt había estado vinculado al Partido Nazi de Argentina, siendo el segundo máximo responsable económico de la formación nacionalsocialista.
Lápida con los nombres de Richard Schmidt y Clara Probst hallada en la casa de El Remanso.
La noticia de este hallazgo llegó a manos del cineasta e investigador histórico Laureano Clavero en el invierno de 2019. Recordemos que Clavero dirigió largometrajes como “El diario de Peter Brill”, sin olvidar otros trabajos suyos como “Segunda Guerra Mundial: 10 historias apasionantes”.
El cineasta e investigador histórico Laureano Clavero posa en el centro de la fotografía.
La lápida no era el único interrogante que aguardaba entre aquellas paredes, pues bajo el salón, accediendo a través de una trampilla, permanecían apilados viejos libros en alemán.
Era patente que la lápida y aquellos libros habían sido ocultados a conciencia, que había una poderosa razón para esconder semejantes evidencias. Pero Clavero, que ya había seguido el rastro a los nazis que habían desembarcado en tierras argentinas, no estaba dispuesto a rendirse. De hecho, ya en Mar del Sud había indagado sobre la presencia de agentes nazis.
Mar del Sud, puerta de entrada a los nazis
Corría julio de 1945 y el Tercer Reich ya se había desmoronado. Los nazis trataban de buscar un rincón en el mundo donde pasar inadvertidos. El apacible y remoto pueblo costero argentino de Mar del Sud era la clase de enclave que buscaban.
Primero arribó a tierras argentinas el submarino alemán U-530 y, unos pocos días después llegó el sumergible U-977. Se suponía que, con el fin de la guerra, ambos submarinos y sus tripulaciones debían haberse entregado a los aliados. Si Alemania había capitulado el 8 de mayo de 1945, ¿qué hacían aquellos dos sumergibles merodeando en aguas argentinas en julio de 1945?
Tras la llegada de numerosos agentes nazis y diversas clases de suministros se encontraba el empresario germano-boliviano Gustav Eickenberg, quien en 1943 se había afincado en la tranquila localidad de Mar del Sud. Prueba de ello son los testimonios de los vecinos de la zona, que afirmaron ver a agentes alemanes desembarcando y ocultándose en la propiedad de Eickenberg.
Si bien los comandantes de los submarinos U-530 y U-937 negaron haber llevado a cabo desembarcos clandestinos de nazis, las declaraciones de la población local y numerosos documentos demuestran que los oficiales de ambos sumergibles mentían. Mar del Sud había sido la puerta de entrada para muchos nazis que pretendían ocultarse en Argentina.
El pueblo de Mar del Sud fotografiado en los años 50.
La misteriosa vivienda de Mar del Sur
Dejando a un lado los desembarcos de espías nazis en Mar del Sud y regresando a la enigmática vivienda en la que se halló la lápida, la investigación de Laureano prosiguió y a ella sumó la inestimable colaboración del escritor Julio B. Mutti.
El investigador Julio B. Mutti, que ha indagado concienzudamente sobre los nazis en Argentina.
Manos a la obra, Mutti, todo un experto en la presencia de nazis en Argentina, dio con la lista en la que figuraban los nombres de todos los miembros del Partido Nazi argentino. Y allí estaba Richard Schmidt, quien ya en 1932 se había convertido en uno de los primeros doscientos militantes de la formación nazi. No solo eso, sino que el nombre de Schmidt también figuraba en los registros de la Sociedad Alemana de Gimnasia Vicente López, una organización altamente vinculada a los nazis.
Richard Schmidt en los registros del Partido Nazi argentino.
Pero eso no era todo. Schmidt, nacido en la ciudad de Breslau en 1886 (fecha de nacimiento que coincide con la inscripción grabada en la lápida), había ascendido entre las filas del nacionalsocialismo argentino, llegando a situarse como el número dos de las finanzas del Partido Nazi argentino.
Richard Schmidt en los registros de la Sociedad Alemana de Gimnasia.
Boleto de compra de la casa de El Remanso. En el documento figura Juan Jorge Leopoldo Augusto Erico Erdmann, miembro del sindicato nazi DAF.
Clavero, consciente de que Schmidt era uno de los grandes jerarcas del nacionalsocialismo argentino, solicitó al propietario de la vivienda los documentos de compra de la casa. Uno de los antiguos propietarios era Juan Jorge Leopoldo Augusto Erico Erdmann que, curiosamente, formaba parte del sindicato nazi DAF.
Los documentos continuaban arrojando pruebas sobre la presencia nazi en aquella propiedad. Al no disponer de una escritura de propiedad, los alemanes tenían que demostrar que eran los dueños de aquella casa, por lo que aportaron numerosas fotografías de las décadas de los 60 y de los 70 en las que posan en la casa de El Remanso.
Cada documento aportaba una pieza en medio de aquel gigantesco rompecabezas y apellidos como Klein, Schulz, Becker y Ratzlaff salieron a relucir. El apellido Ratzlaff llamó la atención de Mutti y Clavero, pues Karl Ratzlaff y Max Ratzlaff fueron los primeros nacionalsocialistas en llegar a Sudamérica y en introducir el nazismo en el continente.
Para arrojar más luz sobre este gran enigma contamos con Laureano Clavero, quien ha seguido incansablemente la pista a los espías nazis que se ocultaron en Argentina.
1-¿Qué crees que pudo llevar a un jerarca nazi como Richard Schmidt a un enclave tan tranquilo como Mar del Sur?
Mar del Sur era un lugar desolado, apenas habría cuarenta casas. Era un lugar bastante idílico para refugiarse, para pasar desapercibido. La casa en cuestión no estaba en el pueblo, sino fuera de él, apartada de lo que es el núcleo urbano.
Creo que Mar del Sur era una zona conocida y recomendada por los nazis para hacerse un refugio. También he pensado en la posibilidad de que Schmidt y Eickenberg se conociesen, por lo de que un alemán trae a otro alemán. Es posible que se conociesen e incluso que se ayudasen.
2-¿Cómo conseguiste ensamblar las piezas de este misterioso rompecabezas?
Sin la colaboración de Julio B. Mutti y Facundo Di Genova esto no hubiera sido posible. Pusimos datos en común, estudiando nombres, escrituras, boletos de venta, fotografías y otros archivos. Juntos lo desglosamos y los documentos de Mutti resultaron claves, porque, como investigador, lleva años indagando en este tipo de cuestiones. Gracias a ello, pudimos establecer relaciones, sin embargo, aún quedan preguntas por resolver.
3-¿Podría guardar más secretos la casa de El Remanso?
Desde luego, seguimos indagando. Hay mucho más material relacionado con lo encontrado en la casa de El Remanso. Probablemente encontremos más documentos y aparezcan nuevos nombres. Es una investigación tan amplia que la abordaremos mediante un libro y también a través de un documental.
En cuanto a las personas relacionadas con la investigación, creemos que aparecerán nombres no solo relacionados con el Partido Nazi en Argentina, sino que daremos con personas relacionadas con la Wehrmacht y con la guerra en Europa. Está siendo un trabajo muy amplio.
La casa de El Remanso da para mucho y aún nos quedan algunas informaciones y documentos por contrastar.