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El español que desembarcó en la playa Omaha

Aprovechando que hoy, 6 de junio de 2017, es el 73º aniversario del día D, una fecha clave en la Historia de la Humanidad, quiero hablaros de la historia de un español que participó en el desembarco de Normandía. Muchas veces, al hablar del papel de los españoles en la Segunda Guerra Mundial, nuestros pensamientos se dirigen hacia los hombres de La Nueve (los republicanos españoles que lucharon en la 2ª División Blindada Francesa del general Leclerc) o la División Azul (una división española reclutada para combatir al Ejército Rojo en el frente ruso). Sin embargo, la historia de Manuel Otero, es la trágica experiencia de un español que luchó en el Ejército de Estados Unidos y desembarcó en la playa Omaha el 6 de junio de 1944.


Manuel Otero, gallego, nacido en Serra de Outes (provincia de La Coruña) en 1916, combatió en el bando republicano durante la guerra civil española y fue herido en la batalla de Brunete. Sin embargo, su mala fortuna hizo que terminase siendo hecho prisionero. Gracias a la intervención de su familia, Manuel fue excarcelado. A pesar de estar en libertad, Manuel había quedado marcado por haber luchado en el bando republicano.


Ante la persecución que sufrían quienes habían servido en las filas republicanas, Manuel optó por emigrar. Manuel veía en Estados Unidos una tierra de oportunidades, donde poder labrarse una nueva vida. Así pues, Manuel se estableció en Nueva York, donde creó su propio negocio.


Buscando conseguir la nacionalidad estadounidense, Manuel se alistó en el Ejército de Estados Unidos tres días después del ataque japonés a Pearl Harbor (1941). Nuestro protagonista fue destinado a la 1ª División de Infantería, también conocida  como Big Red One. La división a la que fue enviado Manuel era una de las mejores del Ejército estadounidense. Recordemos que la 1ª División de Infantería combatió en el norte de África, Sicilia y Normandía entre otras muchas batallas.


En 1943, Manuel recaló en Inglaterra, donde se entrenó para el desembarco de Normandía. Se decidió que la división en la que estaba encuadrado Manuel, formase parte del gigantesco rompecabezas que era el desembarco de Normandía. Tomar las playas de Normandía era el primer paso para liberar la Europa ocupada. El futuro de Europa y del mundo dependía de hombres como Manuel. Al formar parte del 16º Regimiento de la 1ª División de Infantería, tenía la misión de desembarcar el día-D en la playa Omaha.


Para desgracia de las fuerzas estadounidenses, la playa Omaha estaba fuertemente defendida. Los alemanes contaban con posiciones bien fortificadas y disponían excelentes campos de visión para sus ametralladores y francotiradores. Por otra parte, el sector había sido reforzado con fuerzas de la excelente 352ª División alemana, una unidad aguerrida y veterana, con hombres dispuestos a vender cara su derrota.


El bombardeo previo al desembarco de la infantería fue inefectivo y gran parte de las defensas alemanas seguían intactas. Para colmo de males, los blindados anfibios que debían apoyar a la infantería estadounidense se habían ido a pique en las tempestuosas aguas del Canal de la Mancha.


Al llegar a la playa Omaha, los estadounidenses sufrieron un fuego muy intenso de ametralladora. Las granadas de mortero barrían las playas. No había donde resguardarse de las descargas alemanas. Cada metro de terreno se ganaba a costa de pérdidas escandalosas, y entre los muchos hombres que perecieron en aquella playa, se encontraba Manuel Otero. Solo a costa de pequeñas acciones de reducidos grupos, que lograron volar las alambradas y ascender los acantilados, pudieron los estadounidenses salir de la playa y lograr la victoria pagando un amargo peaje en sangre.


Manuel fue condecorado a título póstumo con el Corazón Púrpura y sus restos fueron enterrados en el cementerio de San Lorenzo, en Normandía. Sin embargo, posteriormente, su familia, hizo las gestiones oportunas para repatriar los restos de Manuel, que hoy en día descansa en el cementerio de la parroquia de Outes.


Al igual que rememoramos la historia de los españoles que, por ejemplo, liberaron París, conviene volver la vista atrás y recordar a Manuel Otero, el español que luchó y murió en la playa Omaha.

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