Todo formaba parte de una argucia de los aliados para engañar a los alemanes. Después de la victoria sobre las tropas del Eje en el norte de África, los aliados decidieron dar un nuevo paso, su siguiente objetivo era Sicilia. Para garantizar el éxito del desembarco idearon una treta bautizada con el nombre de Operación Carne Picada. El plan consistía en abandonar el cadáver de un oficial británico con documentos falsos sobre desembarcos en Cerdeña y Grecia.
Los encargados de idear la operación fueron los oficiales británicos Ewen Montagu y Charles Cholomondeley. Se utilizó como señuelo el cadáver de un mendigo galés llamado Glydwr Michael. Montagu y Cholomondeley crearon la historia de un personaje ficticio al que dotaron de documentos personales falsos y encadenaron un maletín con información militar para engañar a los alemanes.
Se decidió que España era el lugar adecuado para abandonar el cadáver, pues el régimen de Franco, pese a ser neutral, simpatizaba con la Alemania nazi. Los británicos, desde el submarino HMS Seraph abandonaron el cuerpo cerca de las costas de Huelva. Un pescador encontró el cadáver el 30 de abril de 1943 y finalmente, a mediados de mayo, las autoridades españolas devolvieron el cuerpo. Para su satisfacción, los británicos descubrieron que el maletín con información falsa había sido abierto. Los alemanes habían mordido el anzuelo.
La operación consiguió su propósito y las fuerzas alemanas fueron enviadas a proteger Cerdeña y los Balcanes. Finalmente, en de julio de 1943 comenzó la invasión aliada de Sicilia, también conocida como Operación Husky. La campaña de Sicilia fue un rotundo éxito para los aliados y terminó por provocar la caida de Mussolini. La Operación Carne Picada había contribuido decisivamente en el éxito de las fuerzas aliadas en Sicilia.