La Operación Iceberg constituía el paso previo a la invasión de Japón. Ante las fuerzas estadounidenses se extendía la isla de Okinawa y sus archipiélagos cercanos. Como parte de las operaciones previas, la Armada debía limpiar las aguas próximas a Okinawa y bombardear las playas de Hagushi. Otro de los pasos preliminares era la conquista de las cercanas islas Kerama.