Una de las fuerzas más selectas de las que disponían los aliados en África era el 1ºBatallón de Rangers. Esta unidad había sido creada a imagen y semejanza de los comandos británicos. Sin embargo, el batallón no había visto mucha acción. Los rangers habían tomado parte en la captura de Arzew en el marco de la Operación Antorcha en noviembre de 1942 y también habían combatido en Sened.
El desencanto comenzó a apoderarse de aquellos soldados de élite. Eran muchos los que, ansiosos por combatir, solicitaron ser trasladados a otras unidades en busca de una acción que nunca llegaba. El tedio se apoderó de muchos rangers, que vendieron sus botas de montaña para conseguir dinero con el que comprar vino o para pagar a las meretrices. Gran error, puesto que el general Allen, que mandaba la 1ª División de Infantería de Estados Unidos tenía una misión para los rangers del mayor Bill Darby.
William Orlando Darby, oficial al mando del 1º Batallón Ranger durante la campaña del norte de África.
Las tropas italianas de la División Centauro se hallaban en un desfiladero al este de El Guettar (Túnez). Si la 1ª División lanzaba una ofensiva a través del Camino del Gomero, las pérdidas serían cuantiosas. En caso de intentar atacar por la ruta pavimentada que llevaba a Gabes, podían recibir fuego de los cañones del Eje. Todo lo que les quedaba a los norteamericanos era dar con una forma de sorprender al enemigo.
El 20 de marzo de 1943, unos 500 rangers y 70 artilleros partieron desde una carretera situada a 4 kilómetros de El Guettar. Con el rostro ennegrecido por el betún y las placas de identificación adheridas a las suelas del calzado, pretendían pasar desapercibidos. Ascendieron al amparo de la oscuridad, escalando por un pedregal. Pasaron por el Djebel Orbata que se elevaba 1.100 metros por encima del Camino del Gomero. La extenuante marcha obligo a los rangers a tomarse por las muñecas para poder formar cadenas humanas y mantener el paso.
Con heridas en las manos y los pies doloridos, los estadounidenses aguardaron en la oscuridad. En la retaguardia se situaron los artilleros, mientras que los rangers estaban a unos mil metros sobre el Camino del Gomero, muy cerca del campamento italiano. Los transalpinos habían dejado desprotegido su flanco izquierdo.
Los rangers se abren camino a través de las colinas tunecinas.
Darby, al mando de su preciado batallón de rangers, estudió las posiciones italianas y observó detenidamente las tiendas. Dio la orden de atacar y sus hombres cargaron cuesta abajo, con las bayonetas caladas. Sonó el toque de carga y los estadounidenses sembraron la destrucción a su paso. El comedor de oficiales fue barrido por el plomo y numerosos soldados italianos, pillados en calzoncillos, pusieron pies en polvorosa ante el ruido de las explosiones y los disparos.
Para dar apoyo a los rangers, los artilleros comenzaron a lanzar granadas de mortero. Los hombres de Darby se protegieron con las rocas, disparando sin tregua contra el enemigo.
La sorpresa fue total y causó conmoción entre las tropas italianas, que enarbolaron banderas blancas en la zona norte del valle. Un sacerdote de los rangers se las arregló para persuadir al resto de los italianos de que debían deponer las armas y entregarse.
Prisioneros italianos de la División Centauro capturados en la batalla de El Guettar.
Tal había sido la virulencia del ataque de los rangers que el campamento estaba repleto de cadáveres italianos. Los alemanes respondieron con algunas descargas de artillería y solo unos pocos italianos consiguieron huir debido al retraso de los morteros estadounidenses.
También la infantería de la 1ª División presionó a los italianos, tratando de cortar su huida. La infantería y los rangers habían logrado apresar a más de 1.000 soldados italianos.
Con el deber cumplido, los camiones llegaron a la posición de los rangers con el rancho. Sobre las 16 horas, los hombres de Darby se retiraron y la infantería del general Terry Allen avanzó para tomar posiciones. No cabía duda de que los rangers habían tenido un papel clave en la ofensiva del general Patton en El Guettar.
El general Patton en El Guettar, Túnez.