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La batalla del estuario del Escalda, un atolladero sangriento en Holanda

Corría el 4 de septiembre de 1944 cuando los carros de combate Sherman de la 11ª División Acorazada británica del general Pip Roberts atravesaban las afueras de la ciudad belga de Amberes. La muchedumbre no tuvo más remedio que apartarse para facilitar el tránsito de los británicos. Las tropas alemanas fueron tomadas por sorpresa, con unos cuantos soldados germanos relajándose en los cafés y bares mientras los británicos se internaban en la ciudad.

Un escuadrón de tanques británico ganó las instalaciones portuarias. El puerto no había sido saboteado por los alemanes debido a que la resistencia belga los había hostigado mientras intentaban llevar a cabo las labores de demolición. Ya al anochecer habían cesado los combates, especialmente en el parque, donde los alemanes habían mostrado una mayor oposición. Hasta 6.000 prisioneros, fundamentalmente alemanes y colaboracionistas, fueron recluidos en el zoológico, que se utilizó como prisión improvisada.

Tropas de la 11ª División Acorazada británica en la liberación de Amberes, septiembre de 1944.

 

Sin embargo, con la captura de Amberes y su puerto, los aliados disponían de un enclave vital para el aprovisionamiento de sus ejércitos. Los muelles estaban intactos, pero el estuario del Escalda, que daba acceso a Amberes, permanecía en manos de los alemanes. De nada servía controlar el puerto si no habían despejado antes el estuario del Escalda.

Los aliados tenían ante sí un difícil reto. En el margen norte del estuario, las fortificaciones erigidas en la isla de Walcheren y en Beveland, constituían obstáculos impenetrables. Incluso los once mil alemanes encerrados en la bolsa de Breskens estaban dispuestos a no ceder ni un palmo de terreno.

Con el fracaso de la Operación Market Garden en septiembre de 1944, los ojos de los aliados se volvieron sobre Amberes y el estuario del Escalda. Era imperativo abrir el puerto para garantizar el abastecimiento de los ejércitos aliados. Dicha labor se le encomendó al 1º Ejército canadiense.

El 3 de octubre de 1944, tras un ataque aéreo de 274 bombarderos Lancaster de la Royal Air Force, los aliados comenzaron su ofensiva sobre el estuario del Escalda. Precisamente, la destrucción de los diques, fruto de estos bombardeos, anegó grandes extensiones de tierra.

Los canadienses se encontraron en medio de una lucha encarnizada, en un terreno húmedo, parcialmente inundado y embarrado. Las dificultades con las que se toparon los canadienses provocaron que Montgomery se viese forzado a enviar cuatro divisiones británicas.

En este desolador contexto, con una climatología marcada por las precipitaciones, canadienses y británicos se vieron enzarzados en una batalla en tierras inundadas, sufriendo unas bajas dignas de la Primera Guerra Mundial, mientras los soldados alemanes atrapados en la bolsa de Breskens se defendían encarnizadamente. Entre las unidades alemanas, fue la 64ª División de Infantería alemana la más destacada en la defensa de la bolsa de Breskens.

Las condiciones de la batalla se tornaron especialmente miserables. La lluvia y la humedad, hacían que las armas no funcionasen correctamente, las trincheras estaban parcialmente anegadas, encender un cigarrillo se tornaba en una labor que rozaba lo imposible y las cerillas quedaban inservibles.

Francotiradores canadienses durante la campaña del estuario del Escalda.

 

Tomemos el ejemplo de la 3ª División de Canadá, que en su duro cometido por doblegar a las fuerzas alemanas en la bolsa de Breskens, sufrió 314 muertes y tuvo más de 2.000 heridos. Todo ello sin olvidarnos de los más de 200 desaparecidos. La empecinada lucha en Breskens se prolongó hasta el 4 de noviembre de 1944.

Para poder conquistar la fuertemente defendida isla de Walcheren, británicos y canadienses llevaron a cabo desembarcos en la isla el 1 de noviembre de 1944. Estas operaciones también implicaron el desembarco de comandos británicos en Walcheren. Tras encarnizados combates en las calles de Flesinga, los aliados consiguieron tomar la ciudad.

Desembarco aliado en la isla de Walcheren.

 

Después de que los canadienses sufriesen lo indecible, el 3 de noviembre de 1944, tropas de la 52ª División británica consiguieron dar salida al paso elevado que conducía a la parte occidental de Walcheren. Sin embargo, hubo que esperar hasta el 6 de noviembre para que Middelburg, la capital de Walcheren, cayese en manos aliadas.

La campaña del estuario del Escalda, con unas bajas espeluznantes para los aliados (18.000 aproximadamente), apenas recibió atención por parte de la prensa.

Después de neutralizar la oposición alemana en el estuario del Escalda, la Royal Navy procedió a eliminar las minas marinas. Hubo que esperar hasta el 28 de noviembre de 1944 para que los buques aliados pudiesen operar en el puerto de Amberes. Habían pasado ochenta y cinco días desde que las fuerzas blindadas británicas habían capturado intacto el puerto de Amberes.

Mientras tanto, los aliados se habían aprovisionado desde las lejanas playas de Normandía, recurriendo al transporte por carretera que les brindaban los camiones Red Ball Express.

En cualquier caso, respecto a esta campaña, aprovecho la ocasión para recomendar el libro Amberes 1944 La campaña del estuario del Escalda del historiador Pablo Cuevas.

 

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