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El historiador Jesús Hernández nos muestra al Hitler más íntimo

Vuelve el historiador Jesús Hernández de la mano de la editorial Almuzara para acercarnos a los aspectos más íntimos de la vida de Adolf Hitler. Las políticas expansionistas y el odio que el dictador nazi albergaba contra los judíos son ampliamente conocidos, pero, ¿qué había en la mente de un megalómano como Hitler? Es difícil e incluso imposible dar con la respuesta.

Sin embargo, conociendo su vida afectiva, las mujeres que le rodearon, sus opiniones sobre la religión, su visión sobre el arte y la cultura y el efecto que las drogas tuvieron sobre Hitler, estaremos un poco más cerca de adentrarnos en la mente de uno de los dictadores más abyectos de la historia.

Creo entender que este es el leitmotiv de un ensayo histórico como “Eso no estaba en mi libro de Hitler”. Seguramente, como narra Hernández en su último libro, una infancia traumática sufriendo las palizas que le propinaba su padre, la pérdida de una madre a la que adoraba, un tiempo como vagabundo, la incapacidad afectiva y las drogas en su momento de decadencia, tuvieron mucho que ver en su forma de actuar.

Alois Hitler, padre del dictador nazi Adolf Hitler. Alois mostró una especial crueldad hacia su hijo, sobre quien ejerció una gran violencia física.

 

Por supuesto que encontraremos anécdotas en la obra y numerosas curiosidades sobre la vida de Hitler, pero, reitero, el eje central de la obra es la vida personal del Führer. El autor nos desvela la más que peculiar vida sexual de Hitler, las relaciones con sus amantes y otros tantos secretos de alcoba, lo que hará que nos sintamos como si tuviésemos un espía entre el círculo íntimo de Hitler.

Adolf Hitler con el uniforme del ejército alemán en tiempos de la Primera Guerra Mundial.

 

Pero, lo verdaderamente estremecedor, será la crueldad de Hitler, quien no dudará en mostrarse vengativo, implacable y carente de toda empatía. En este sentido, resulta especialmente execrable y horrible el momento en el que Hitler ordenó ejecutar a los miles de prisioneros soviéticos que habían trabajado para erigir su cuartel general en Ucrania.

Hitler mostrándose afectuoso con los niños. Una estampa propagandística del régimen nazi.

 

A lo largo de la obra podemos encontrar una fuerte dualidad en Hitler. Si bien era notorio un profundo amor por su madre y mostraba escenas de ternura con su perra Blondi, la simple presencia de una mosca en una habitación podía desatar en él una furiosa cólera y venganza.

Hitler en Yugoslavia.

 

Otro elemento a tener en cuenta y por el que felicito a Jesús Hernández son las descripciones de los efectos de la droga en el carácter y en la salud de Hitler. No cabe duda de que el eukodal, la cocaína y los sedantes, entre otros, tuvieron un fuerte impacto en el modo en que se conducía Hitler, afectando incluso al desarrollo de la Segunda Guerra Mundial. El autor muestra a la perfección como Hitler, convertido en un auténtico yonqui, tomó decisiones militares desastrosas para el Tercer Reich.

Así pues, les recomiendo que acudan a las librerías y se hagan con su ejemplar de Eso no estaba en mi libro de Hitler. También pueden conseguir el libro en Amazon, en Casa del Libro, en FNAC o en la página web de la editorial Almuzara.

 

 

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