Corría el año 1941 y la Segunda Guerra Mundial no marchaba precisamente bien para los aliados. En el norte de África las tropas británicas combatían contra las fuerzas alemanas e italianas competentemente dirigidas por el legendario Erwin Rommel. En este escenario es precisamente donde tuvo su génesis el SAS (Special Air Service). De la mano de un oficial británico llamado David Stirling surgió el SAS. En un principio, este cuerpo de operaciones especiales generaba desconfianza y sus soldados eran un puñado de granujas e inadaptados, sin embargo, a medida que se les fue brindando oportunidades demostraron su valía.
Macintyre describe a la perfección las operaciones del SAS en el desierto. Estos hombres aprovechaban el terreno más inhóspito para ocultarse e internarse tras las líneas enemigas. Sus incursiones causaron graves pérdidas en las líneas alemanas. Rommel perdió muchos aviones como consecuencia de las infiltraciones del SAS en sus aeródromos. El autor relata con nitidez los sabotajes del SAS y expone la decisiva contribución del SAS en la victoria británica en el norte de África.
Con el fin de la campaña de África, el SAS se trasladó a los escenarios europeos. Esta vez, este puñado de soldados problemáticos se enfrentó a una guerra completamente distinta. Atrás quedaba la caballerosidad del norte de África, en Europa la lucha era encarnizada y tenían que vérselas con los hombres más crueles de la Gestapo y las SS. Caer prisionero equivalía a una condena de muerte. Y es que Hitler había dictado su famosa "orden de los comandos", según la cual los hombres del SAS debían ser ejecutados al ser capturados. En lugares como Francia e Italia el SAS llevó a cabo importantes golpes de mano y colaboró con la resistencia para hostigar a las tropas alemanas. Una vez entraron en Alemania, a la vanguardia del ejército británico fueron testigos del horror de los campos de exterminio.
Ben Macintyre cuenta la historia de un grupo de soldados capaces de cometer actos de brutalidad y heroísmo. Leyendo el libro de Macintyre nos damos cuenta de la importante contribución en la derrota de la Alemania nazi que tuvieron un puñado de peculiares soldados. La obra de Macintyre es todo un tributo a un grupo de héroes de lo más pintoresco.