Napoleón decía que los ejércitos marchaban sobre sus estómagos. Mantener a las tropas bien alimentadas siempre ha sido un desafío para las fuerzas armadas de diversos países. Resulta especialmente llamativo el caso de las raciones estadounidenses de la Segunda Guerra Mundial.
Pese a la caída de Francia en 1940, había pequeños y valientes grupos de resistentes dispuestos a combatir a los alemanes. Si bien al principio se trató de una resistencia débil, su papel pasó a ser más activo a medida que se aproximaba la fecha para el desembarco de Normandía.
Scapa Flow, situada en las Islas Orcadas, al norte de Escocia, era una verdadera guarida para la Royal Navy. Ensenadas, islotes, redes subacuáticas y viejos barcos hundidos protegían la entrada a tan importante base naval británica.