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Jack “el loco” Churchill, un comando muy peculiar

En 1940, con la conquista alemana de Francia y la retirada del Ejército británico en Dunkerque, Gran Bretaña se hallaba en una posición muy delicada. Negando a asumir un papel pasivo y permanentemente a la defensiva, el primer ministro británico Churchill autorizó la creación de los comandos. Estos hombres estaban entrenados en el asesinato sigiloso, el combate cuerpo a cuerpo, el manejo de armas de fuego y explosivos. Los comandos eran una fuerza ideada para lanzar rápidos ataques desde el mar y provocar el caos en las retaguardias alemanas. Fueron muchos los hombres excepcionales que pasaron por sus filas, pero quiero hablaros de uno en particular: Jack Churchill.

Buceando en el SS Thistlegorm con Carlos López García y Guillermo Santamaría Miguel

Corría el año 1941 y las tropas del Eje y las fuerzas británicas estaban enzarzadas en intensos combates en el norte de África. El Mediterráneo no era un mar seguro para los buques británicos, por lo que los convoyes de suministros bordeaban el continente africano y subían a través del Mar Rojo. Entre esos buques se encontraba el SS Thistlegorm, hundido en las aguas del Mar Rojo por la aviación alemana. El barco fue hallado por Jacques Cousteau, sin embargo, el célebre explorador se negó a revelar su posición. Pasarían años hasta que un segundo grupo de buzos determinase su paradero y lo hiciese público. Para conocer los entresijos de este buque, contaremos con el testimonio de Carlos López García y Guillermo Santamaría Miguel, quienes bucearon en las entrañas del pecio.

¿Qué hay detrás de la batalla de Dieppe?

El 19 de agosto de 1942 permanece como una fecha de nefasto recuerdo entre los canadienses. Aquel día, la 2ª División de Canadá, desembarcó en las playas de Dieppe (Francia) apoyada por ataques en los flancos orquestados por los comandos británicos y una pequeña fuerza de rangers. En total, unos 6.000 soldados aliados fueron enviados a la batalla. El resultado fue un sangriento fracaso, en pocas horas las bajas superaron los 4.000 hombres. Tradicionalmente se dice que los objetivos del desembarco en Dieppe eran: ganar experiencia de cara a futuras operaciones anfibias, aliviar la presión sobre el frente ruso y probar a las tropas canadienses en combate. Sin embargo, las investigaciones del historiador canadiense David O'Keefe revelan que el propósito del ataque a Dieppe era muy distinto de lo que sostiene la versión oficial.