La Operación Barbarroja, la invasión alemana de la Unión Soviética comenzó el 22 de junio de 1941. Inicialmente, las tropas alemanas lograron grandes victorias y capturaron numerosos prisioneros soviéticos, pero a medida que se adentraban en territorio enemigo, la resistencia era cada vez más encarnizada. La vastedad de Rusia parecía no tener fin y con el fin del buen tiempo comenzaron los problemas. El gélido invierno ruso se convirtió en una pesadilla para los alemanes, que sufrieron lo indecible y quedaron detenidos a las puertas de Moscú.