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David

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En marzo de 1945, quedaba atrás un duro invierno marcado por la nieve y fieros combates en la batalla de las Ardenas. Avanzando en un extenso frente, los ejércitos aliados llegaron a orillas del Rin. Ante ellos se extendía el último gran obstáculo natural que les impedía entrar en Alemania: el río Rin. Por ello, os hablaré del último gran asalto aerotransportado de la Segunda Guerra Mundial.
La llegada de Erwin Rommel al norte de África supuso un duro varapalo para los británicos. El astuto comandante alemán inflingió contundentes derrotas al general Wavell, que fue destituido por orden del Primer Ministro británico Winston Churchill. El general Auchinleck tomó el relevo de Wavell al frente de las fuerzas británicas en el norte de África. Por otra parte, el Primer Ministro Churchill, consciente del gran talento militar de Rommel, decidió que era necesario eliminar al general alemán. Para ello, se preparó la Operación Flipper, un golpe de mano para secuestrar o asesinar a Rommel si no era posible su captura.
El 16 de diciembre de 1944, tres ejércitos alemanes lanzaron una contraofensiva en las Ardenas (Bélgica) que sorprendió a las tropas aliadas. El objetivo del contragolpe era conquistar Amberes, para posteriormente embolsar y destruir un gran número de divisiones aliadas. Con la ofensiva de las Ardenas, Hitler lanzaba lo mejor de sus tropas para sacar de la guerra a británicos y estadounidenses y volcarse en exclusiva contra los soviéticos. La batalla estuvo marcada por el salvajismo y uno de los inviernos más fríos del siglo XX. En este escenario destacaron episodios como la defensa de Bastogne por parte de la 101ª División Aerotransportada o la masacre de Malmedy. Para comprender mejor el desarrollo de la batalla, se publicaron dos libros, ambos con un mensaje muy diferente sobre la batalla de las Ardenas. Por una parte encontramos el libro del sueco Christer Bergström "Ardenas: La Batalla", que defiende que la ofensiva de las Ardenas no estaba condenada al fracaso, mientras que el británico Antony Beevor, en su obra "Ardenas, 1944. La Última Apuesta de Hitler" narra una visión más tradicional.
En 1943, tras vencer a los ejércitos del Eje en África, las tropas aliadas desembarcaron en Sicilia. Dos comandantes protagonizaron la campaña de Sicilia: el estadounidense George S. Patton y el británico Bernard L. Montgomery. Hoy os contaré cómo las bofetadas que Patton propinó a uno de sus hombres le costaron ser temporalmente apartado del mando.
En 1940, con la conquista alemana de Francia y la retirada del Ejército británico en Dunkerque, Gran Bretaña se hallaba en una posición muy delicada. Negando a asumir un papel pasivo y permanentemente a la defensiva, el primer ministro británico Churchill autorizó la creación de los comandos. Estos hombres estaban entrenados en el asesinato sigiloso, el combate cuerpo a cuerpo, el manejo de armas de fuego y explosivos. Los comandos eran una fuerza ideada para lanzar rápidos ataques desde el mar y provocar el caos en las retaguardias alemanas. Fueron muchos los hombres excepcionales que pasaron por sus filas, pero quiero hablaros de uno en particular: Jack Churchill.
Corría el año 1941 y las tropas del Eje y las fuerzas británicas estaban enzarzadas en intensos combates en el norte de África. El Mediterráneo no era un mar seguro para los buques británicos, por lo que los convoyes de suministros bordeaban el continente africano y subían a través del Mar Rojo. Entre esos buques se encontraba el SS Thistlegorm, hundido en las aguas del Mar Rojo por la aviación alemana. El barco fue hallado por Jacques Cousteau, sin embargo, el célebre explorador se negó a revelar su posición. Pasarían años hasta que un segundo grupo de buzos determinase su paradero y lo hiciese público. Para conocer los entresijos de este buque, contaremos con el testimonio de Carlos López García y Guillermo Santamaría Miguel, quienes bucearon en las entrañas del pecio.
El 19 de agosto de 1942 permanece como una fecha de nefasto recuerdo entre los canadienses. Aquel día, la 2ª División de Canadá, desembarcó en las playas de Dieppe (Francia) apoyada por ataques en los flancos orquestados por los comandos británicos y una pequeña fuerza de rangers. En total, unos 6.000 soldados aliados fueron enviados a la batalla. El resultado fue un sangriento fracaso, en pocas horas las bajas superaron los 4.000 hombres. Tradicionalmente se dice que los objetivos del desembarco en Dieppe eran: ganar experiencia de cara a futuras operaciones anfibias, aliviar la presión sobre el frente ruso y probar a las tropas canadienses en combate. Sin embargo, las investigaciones del historiador canadiense David O'Keefe revelan que el propósito del ataque a Dieppe era muy distinto de lo que sostiene la versión oficial.
En 1914 estalló la Primera Guerra Mundial, y el conflicto rápidamente se extendió por Europa, que sería el gran reñidero de la contienda, sin embargo, hay otros escenarios secundarios, como las colonias alemanas en África Oriental. En el continente africano ocurrieron hechos memorables durante la Gran Guerra. Este es el caso de la batalla de Tanga, que tuvo lugar en noviembre de 1914 y en la cual, los británicos enviaron un contingente de 8.000 soldados indios que sufrieron una humillante derrota. Las abejas y el liderazgo de Von Lettow-Vorbeck jugaron un importante papel en la victoria alemana en Tanga.
Jueves, 16 Marzo 2017 09:05

Baño de sangre en Saipán

Corría el año 1944 y la guerra no marchaba bien para Japón. Las derrotas se acumulaban en el palmarés de los nipones: escenarios como Midway, Guadalcanal y Tarawa eran prueba de ello. Las fuerzas de Estados Unidos iniciaron una campaña de isla en isla, directos hacia Japón. Cada atolón era un peldaño que les acercaba a Tokio.
Seguro que si a muchos de vosotros os hablo de un coreano que sirvió en los ejércitos de Japón, la Unión Soviética y la Alemania nazi, no me creeréis. Sin embargo, esta es la sorprendente historia de Yang Kyounyong, un hombre en cuya historia se basó la película “My Way”. La vida de Yang, es sin duda un testimonio de lo impredecible que puede ser la vida y de las encrucijadas a las que se enfrenta todo ser humano.